#9:3 DESPUÉS DE LA MUERTE DE MAHOMA: DOS RAMAS DEL ISLAM:
SUNITAS Y CHIITAS
La muerte de Mahoma dejó un vacío en el liderazgo de la
religión islámica. Él no nombró ningún sucesor, por lo tanto la batalla para
suceder al profeta comenzó de inmediato. Los ancianos musulmanes eligieron al
segundo convertido y el hombre más anciano del grupo, Abu Bakr. El título de
Abu fue colija. La mayoría de los musulmanes aceptaron esta decisión, pero una
pequeña minoría no. Este grupito creía que Alí, el hijo adoptivo de Mahoma y
padre de dos de sus nietos, Hassan y Hussein, debía reemplazar a Mahoma.
Comenzó así una guerra que llevó a la muerte a muchos de los primeros califas
islámicos. Como resultado de esto, se formaron dos ramas del Islam: los sunitas
y los chiítas. Los sunitas aceptaron a Abu como sucesor, y los chiítas creían
que el heredero de Mahoma era Alí. Abu Bakr, el primer califa, colocó a las
tribus de Arabia bajo el dominio islámico. El segundo califa, Omar (634-644),
comenzó una expansión que duró cien años. BAJO EL GOBIERNO de OMAR SE CONSTRUYÓ
LA MEZQUITA DE JERUSALÉN, SOBRE EL TEMPLO DEL MONTE. Durante estos cien años,
el ejército musulmán extendió el imperio hasta Irak, Irán y partes de Asia
central. Como Siria cayó bajo el control islámico, la sede de la dinastía Omeya
(661-750) se estableció en Damasco, Siria. El tercer califa, Utman, fue
asesinado, lo que desató una guerra entre los sunitas y los chiítas que
continua hasta el día de hoy.
Con el correr de los años fueron surgiendo varias
dinastías islámicas, y la sede central de los chiítas finalmente quedó en
Bagdad, Irak. En Karbala, Irak, Hussein, el hijo de Ali, fue asesinado junto a
setenta seguidores. Cada año durante el mes islámico de Muharram los chiítas
conmemoran la muerte de Alí. La división no solo separó la religión en dos
ramas, sino que también provocó opiniones encontradas en cuanto a dónde debería
estar la sede central del islam. Todos los musulmanes consideraban a La Meca y
Medina lugares sagrados. Los sunitas reclamaron a La Meca como su sede central,
y los chiítas se fueron de Damasco a Bagdad. Hoy Teherán, en Irán, se ha
convertido en la fortaleza de la rama chiíta, y el 93 POR CIENTO DE LA
POBLACIÓN MUSULMANA ES CHIÍTA.
LOS
CHIÍTAS
El deseo de los iraníes de dominar Irak puede estar basado
en la necesidad de tener petróleo o de controlar una tierra más cercana a
Israel. Parece fundamentarse en el concepto de que el Mahdi reaparecerá en la
época presente en Irak. Para los chiítas musulmanes, Irak tiene un importante
rol en su historia y lo tendrá en su futuro. Durante muchos años Irak, Siria y
el Líbano fueron habitados predominantemente por miembros de la secta musulmana
de los sunitas. Los musulmanes chiítas, más radicales, se han concentrado en
Irán. El plan del movimiento radical musulmán es derrocar los gobiernos de
Irak, Líbano y Siria y formar una enorme media luna islámica bajo el control
del grupo chiíta. Finalmente Irak caerá bajo el dominio del islamismo radical.
Una vez que los radicales islámicos controlen Irak,
¡volverán a tener a Siria en el bolsillo! El Líbano fue una vez una nación
árabe cristiana, pero cuando los musulmanes radicales la tomaron bajo su
control durante la guerra civil de 1975-1990, muchos cristianos árabes fueron
forzados a escapar del país. A algunos se les permitió entrar a Israel, y otros
tuvieron que enfrentar una intensa persecución e incluso la muerte en manos de
los fanáticos. Hoy en el Líbano, dos grupos radicales chiítas —Hezbollah y
Amal— están ganando terreno en su deseo de controlar la nación, más poblada por
musulmanes chiítas que sunitas. Los musulmanes chiítas son bastante diferentes
a los sunitas por varias razones:
1. Muchos musulmanes chiítas están fuertemente envueltos
en actividades ocultistas. Practican la lectura de las palmas de las manos y de
las hojas de té. Muchos chiítas celebran Ashura, el aniversario de la muerte
del nieto de Mahoma, Hussein, hace mil trescientos años, golpeándose a sí
mismos, cortándose las espaldas con cuchillos o sus cabezas con las uñas, o
perforándose el cuerpo con una espada.1
2. Los musulmanes chiítas suelen exhibir imágenes de sus
imanes, lo que normalmente no hacen los sunitas. No es difícil imaginar a un
grupo de musulmanes chiítas, junto con un grupo de cristianos apóstatas,
adorando la imagen de la bestia a quien se le dará vida por medio de los
poderes demoníacos del falso profeta (Apocalipsis 13:11-15).
3. Los chiítas tienen un fuerte deseo de apoderarse de
Jerusalén y destruir Israel. Llaman constantemente a la yihad, que es una
guerra santa contra Israel y contra cualquier otro grupo o religión que se
oponga al islamismo radical.
Por las siguientes sencillas razones, creo que de una
fuerte rama fanática del Islam, saldrá el hombre que dominará al mundo y lo
someterá como su rehén con armas nucleares, químicas y biológicas Parece
probable que provenga de la rama chiíta del islam.
1. El último dictador del mundo, de acuerdo con Daniel
“saldrá vencedor con poca gente” (Daniel 11:23). Los chiítas constituyen solo
un quince por ciento de la población musulmana.2
2. Daniel también señala que el Anticristo: “creció mucho
al oriente” (Daniel 8:9). Al este de Jerusalén, Israel, están los países de
Irak, Irán, Afganistán y Pakistán, además de los estados del sur de Rusia.
Estos territorios son los baluartes de los musulmanes más radicales. Se estima
que el noventa y tres por ciento de los musulmanes de Irán son chiítas.3
Muchos musulmanes sunitas tienen amigos judíos y se
llevan bien con los cristianos de Occidente, pero los musulmanes chiítas de
Medio Oriente tienen tendencia a ser abiertamente antisemitas y consideran a
los Estados Unidos “el gran Satanás”. (Debe notarse, sin embargo, que muchos
miembros de al Qaeda son musulmanes sunitas).
He oído que los musulmanes sunitas que viven en Israel y
en los Estados Unidos dicen que las acciones y, la forma de pensar de los
radicales islámicos, no representan verdaderamente las enseñanzas islámicas y
que son una tergiversación de esas tradiciones.
Un sunita en Israel dijo: “Odio a los chiítas.
Desprestigian a todos los demás”.
El hilo que hoy mantiene unido el tejido del islam es la
creencia de que Israel y Jerusalén volverán a estar una vez más bajo el total
dominio de los musulmanes, con los judíos y los cristianos expulsados
permanentemente de la Tierra Santa.
Cuando se estudian las expectativas de los musulmanes,
hay conexiones asombrosas entre sus tradiciones sobre el Mahdi y las profecías
bíblicas. Por ejemplo, he comparado las tradiciones islámicas sobre el Mahdi
con las referencias bíblicas respecto al Anticristo, el último dictador del
mundo. Algunos musulmanes no aceptarán tal comparación, pero otros con quienes
la he compartido estuvieron prácticamente impactados por el paralelismo entre
las creencias islámicas que datan de mil doscientos años y las antiguas
profecías bíblicas relativas al último dictador mundial:
1:
Creencia musulmana
El Mahdi unirá al mundo musulmán.
Profecía
Bíblica:
El Anticristo hará que diez reyes se sometan a él
(Apocalipsis 17:12)
2:
Creencia Musulmana
El Mahdi dará oro y plata a sus seguidores
Profecía
Bíblica
El profeta Daniel predijo que el Anticristo “honrará en
su lugar al dios ... que sus padres no conocieron; ... con oro y plata...
(Daniel 11:38).
3:
Creencia musulmana
El Mahdi, de acuerdo con algunas tradiciones, gobernará
durante siete años.
Profecía
bíblica
El Anticristo tomará su puesto al comienzo de los siete
años de la tribulación (Daniel 9:27).
4:
Creencia Musulmana
De acuerdo con las creencias islámicas, el Mahadi
dominará Turquía.
Profecía
Bíblica
Daniel establece que “el rey del norte se levantará
contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves”
(Daniel 11:40). El “rey del norte” durante la Tribulación será la nación de
Turquía. Turquía estará en conflicto con el Anticristo.
5:
Creencia Musulmana
Siria e Irak se someterán al Mahdi.
Profecía
Bíblica
Creo que hay evidencia bíblica de que el anticristo
saldrá del área de Siria e Irak, que es el territorio de la antigua Babilonia.
6:
Creencia Musulmana
La mayoría de los musulmanes creen que el Mahdi aparecerá
del este.
Profecía
Bíblica
Daniel dice que el Anticristo que habrá de venir Creció
mucho al Sur, y al oriente De.8:9
7:
Creencia Musulmana
Los musulmanes creen que después de la aparición del
Mahdi, Jesús volverá y entrará a Jerusalén siguiendo a su líder islámico.
Entonces Jesús anunciará que es musulmán y no el Hijo de Dios y convertirá a la
gente al islam. En ese momento el Mahdi asesinará a los swine (judíos) y
quitará la cruz (aludiendo a matar cristianos).
Profecía
Bíblica
La Biblia indica que el falso profeta surgirá luego que
el anticristo tome JERUSALÉN, y que ambos formarán un masivo movimiento
religioso Ap.13:11-15
LA
SEÑAL DE LA GUERRA
El tema de la guerra se predice y anticipa en la creencia
islámica apocalíptica. Se predice que habrá una guerra entre los poderes
orientales y los occidentales. Dos países europeos también serán atacados.
Algunos musulmanes señalan que Osama bin Laden inició la
guerra entre el Este y el Oeste con el ataque a Estados Unidos el 11 de
septiembre. Desde ese día, tanto España como Gran Bretaña han sido atacadas por
terroristas.
Algunos consideran que esto es el comienzo de los ataques
a los dos países europeos. El Sheik Nazim Adil al-Haqqani, líder mundial de la
Orden Naqshbandi dijo lo siguiente sobre el próximo Mahdi:
"Como creyentes de las tradiciones, creemos en un
salvador que vendrá primero, antes de Jesucristo. En nuestras tradiciones
tenemos su nombre, que es Mahoma d’ul Mahdi. Él vendrá, pero su llegada será
después de una gran guerra. Será una lucha entre los grandes poderes. Y en esa
guerra el salvador vendrá como una mano divina desde los cielos a la tierra
para detener la guerra".2
Una de las señales importantes será que el ejército
islámico estará preparado para la llegada del Mahdi. En Irak, el ejército de al
Qaeda ha sido reemplazado por el Ejército Mahdi, llamado por el Pentágono: “el
acelerador de violencia sectaria potencialmente autosostenida más peligroso del
país”.3
Cuenta un estudioso, sobre estos temas, Antes de la
reciente guerra en Irak, estaba almorzando con un amigo que sirve como oficial
en el ejército de los Estados Unidos. En ese momento él mencionó a un clérigo
en Irak que tenía aproximadamente quinientos estudiantes seminaristas sirviendo
como milicia armada. Su líder, un clérigo que usa el turbante negro religioso
llamado Muqtada al-Sadr, es un musulmán chiíta muy ligado a Irán. También es
muy amigo del líder de Hezbollah en el Líbano. Desde el comienzo la reciente
guerra, el pequeño ejército de al-Sadr’s creció de quinientos a más de sesenta
mil miembros de la milicia radical.
¿Por qué formaría este clérigo un ejército Mahdi?
Los musulmanes chiítas creen que el Mahdi aparecerá en
Irak. Al-Sadr simplemente está preparando las mentes y los corazones de sus
seguidores para la llegada de este hombre, y está preparando un ejército que
marchará a Jerusalén para liberar la ciudad de judíos y cristianos.
Por temor a ser asesinado, al-Sadr va y viene en avión de
Irak a Irán con mucha frecuencia. Él cree que llegará el momento en que Irán
intervendrá Irak y controlará al menos la parte sur de ese país, incluyendo la
mitad de Bagdad donde él y su milicia estarán aguardando para unirse al
ejército iraní.
El distintivo de al-Sadr es el gran turbante negro que
usa. Estos turbantes son comunes en la rama chiíta de los musulmanes que viven
en Irán y en algunas partes de Irak, pero una cita de un hadiz musulmán
explicará el poder del turbante negro: “Por la autoridad de Thawbaan, el
mensajero de Alá dijo: ‘Si tus ojos contemplaran los estandartes negros
procedentes de Khurasán, apresúrate a ir a encontrarlos, aunque tuvieras que
arrastrarte sobre la nieve, ya que proclaman el advenimiento del Mahdí
prometido’”.4
Se informa también que el mensajero de Alá, Mahoma, dijo:
“Los turbantes negros vendrán del este y sus corazones serán tan firmes como el
hierro”.5 Los chiítas iraníes creen que ellos son el cumplimiento de esa
predicción. Como están situados en el este de Palestina, muchos chiítas creen
que son la gente/el pueblo de los turbantes negros.
EL
ATAQUE A LA MECA EN 1979
El 20 de noviembre de 1979, unos cincuenta mil musulmanes
estaban celebrando el año nuevo islámico 1400. Cuando las multitudes se iban
juntando para las oraciones matutinas, un grupo de unos doscientos hombres
armados y sus seguidores irrumpieron súbitamente en la mezquita de al-Haram que
encierra la Kaaba, la gran piedra negra del lugar más sagrado del islam.
Demandaron que uno de sus hombres santos, Mahoma Abdullah
al-’Utaibah, fuera declarado el Mahdi. Cuando el imán principal se rehusó a sus
demandas y los llamó herejes, se inició la revuelta, que atrapó a cincuenta mil
creyentes en ese conflicto.6 Se dio la orden de cerrar y bloquear las puertas
de la mezquita.
Los francotiradores se apresuraron a trepar sobre los
siete minaretes (torres de oración). La batalla duró casi dos semanas. Se debió
a ciertas leyes islámicas relativas a dañar la mezquita. Además, los rehenes no
debían ser lastimados; el gobierno saudita quería que los rehenes fueran
tomados vivos. Se descubriría que los herejes creían que había llegado el
tiempo de limpiar el islam de las influencias que lo estaban corrompiendo; es
decir:
“Querían que se prohibiera el fútbol, la televisión y la
educación universitaria”.
Cuando terminó el asalto, sesenta y tres de los rebeldes
fueron decapitados, incluyendo a su líder, Juhayman al-’Utaybi.7
Al mismo tiempo, un grupo de chiítas comenzó a amotinarse
en la parte oriental del país. Eran seguidores del Ayatolá Jomeini, el nuevo
líder de Irán. Los disturbios terminaron con la muerte de quince personas. Fue
durante el aniversario mil cuatrocientos del islam que un exiliado iraní
llamado Ayatolá Jomeini organizó su regreso al país, destituyó al moderado sah
de Irán (amigo de Occidente), y arrebató el control de la nación, instituyendo
una forma muy radical del islam.
Los norteamericanos se horrorizaron y asombraron porque
el embajador de los Estado Unidos y todo su personal fueron tomados como
rehenes durante 444 días. Durante su exilio, el Ayatolá Jomeini contrabandeó
miles de cintas de casetes con mensajes para sus seguidores en Irán. Estos
mensajes inspiraban al pueblo de Irán a, estar listo para aceptar el regreso de
este líder radical como gobernante.
Que el Ayatolá Jomeini escogiera regresar en el
aniversario de la fundación del islam creó sospechas. Había grandes
expectativas entre muchos musulmanes de que el Mahdi surgiría de Irán o de una
nación vecina. Algunos creen que la elección por Jomeini de regresar en el
aniversario mil cuatrocientos de la fundación del islam, fue con la esperanza
de que el pueblo de Irán lo declarara el último y esperado profeta.
En 1991, antes de la Guerra del Golfo, Yasser Arafat se
comunicó con el presidente de Irak, Saddam Hussein, y lo felicitó por hacerle
la guerra a los Estados Unidos. Luego habló del glorioso momento en que él,
Arafat, haría flamear la bandera palestina en Jerusalén, la capital del nuevo
estado de Palestina, ¡y Saddam montaría su blanco corcel por el Monte de los
Olivos de Jerusalén hacia el Monte del Templo! Muchos líderes islámicos tienen
su propio caballo blanco para el caso de que Alá elija a uno de ellos como el
Mahdi.
¿UNA
RELIGIÓN DE PAZ?
El primer asesinato de la Biblia fue hecho en el nombre
de la religión, cuando Caín mató a su hermano Abel. Ambos llevaron una ofrenda
ante el Señor, pero Él prefirió el sacrificio de Abel. En un ataque de celos,
Caín asesinó a su hermano (Génesis 4:5-8). Desde ese momento, los hombres se
han matado entre ellos “en el nombre de Dios”. Jesús advirtió sobre un tiempo
en que su pueblo moriría como mártir y los asesinos creerían que con esos
crímenes le harían un favor a Dios. "Os expulsarán de las sinagogas; y aun
viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a
Dios". — Juan 16:2
En los últimos dos mil años, el mundo ha sido empapado
con la sangre de gente inocente, víctima de conflictos religiosos. Desde el
Imperio romano, la Iglesia romana y la Inquisición hasta el llamado islámico
para la yihad, los hombres mueren en nombre de la religión. Algunos políticos y
musulmanes norteamericanos han señalado que el islam es una “religión de paz”.
Los comienzos de la historia de la religión, sin embargo,
fueron de luchas, conquistas y conflictos. Aunque muchos musulmanes no buscan
un verdadero combate, los islámicos dedicados y practicantes radicales creen
que el mundo necesita convertirse al islam, de la misma manera que los
cristianos desean extender el evangelio por todo el mundo.
Uno de los principios del islam es el de la yihad, o
guerra santa. Pocos norteamericanos habían escuchado el término yihad antes del
ataque a los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Aún entonces, por
temor a una reacción antiislámica violenta, los presentadores de informativos
seculares recordaban a los norteamericanos que el islam es una religión
pacífica. Sin embargo, pocos comentaristas estaban familiarizados con las
escrituras islámicas que aceptan la guerra y la muerte del infiel.
Como existen dos diferentes ramas del islam con una
mezcla de teología de los Tiempos Finales, hay conflictos espirituales y
militares entre los sunitas y los chiflas sobre de qué región de Irak aparecerá
el futuro Mahdi. Las dos ubicaciones especificadas son la ciudad de SAMARRA, un
sitio santo para los musulmanes chiitas, y KARBALA, el lugar santo de los
musulmanes sunitas. La gran mezquita de Samarra, uno de los lugares más santos
de los musulmanes chiitas, fue construida en el siglo nueve en Samarra. Allí
está también el santuario donde fueron enterrados el décimo y el undécimo
califa, Ali al-Hadi y Hassan al-Askari. Fue en un pozo de Samarra donde
desapareció Mahoma Al-Mahdi, el duodécimo imán, hijo del undécimo. Algunos
sugieren que el jovencito estaba escondido en el pozo y reemergerá de él para
anunciar el nuevo califato islámico al fin de los días.8
La lucha apocalíptica entre estas dos ubicaciones se hizo
evidente el 22 de febrero de 2006, cuando se lanzaron bombas en la Mezquita
Dorada, edificación chiita adyacente a la mezquita del duodécimo imán en
Samarra. Los norteamericanos no logran comprender por qué los musulmanes
destruyen sus propias mezquitas. Sin embargo, fue un grupo de musulmanes
sunitas quienes disfrazados de policías volaron la famosa mezquita chiíta.
Fue un intento del grupo opositor de destruir la mezquita
donde supuestamente reaparecerá el último imán (el duodécimo). El bombardeo fue
una división entre las creencias apocalípticas de dos grupos opositores dentro
de la religión islámica. Meses después, los chiítas contraatacaron bombardeando
una importante mezquita de Karbala, que los sunitas creen será el sitio donde
aparecerá el Mahdi. Tanto los sunitas como los chiítas tienen vastas creencias
sobre el Tiempo Final, muchas de las cuales concuerdan, y otras difieren entre
las dos sectas. La batalla por Irak fue más que “violencia sectaria” y una
lucha por quitar las fuerzas occidentales de la tierra de Alá. Fue el
renacimiento de un antiguo conflicto religioso que data de los comienzos del
islam.
Los musulmanes más informados creen en los eventos
proféticos con la misma pasión con que los judíos creen en las Escrituras y los
cristianos en el regreso de Jesucristo. Es interesante entender cómo estas
creencias se entrecruzan y forman la teología de los últimos tiempos para los
1,4 mil millones de musulmanes del mundo.
Pastor Jorge Miranda S.